viernes, 13 de septiembre de 2013

Los pedos de las vacas y el calentamiento global

¿Sabías que los pedos de una vaca borracha contaminan menos que los de una vaca sobria? Yo estoy encantada con la noticia. ¡Viva el vino!


Seguro que lo habéis leído o escuchado; las flatulencias emitidas por el ganado bovino y su alto contenido en metano son responsables en gran medida del efecto invernadero, causante éste, a su vez, del aumento de la temperatura del planeta. Es chocante que algo tan bucólico como una vaca pastando y peyendo sea tan contaminante, pero es así.

En Nueva Zelanda y Argentina, países que poseen ganado para aburrir, andan como locos con el tema. Los primeros intentaron imponer, sin éxito, la llamada Flatulence Tax (o impuesto del pedo) y los segundos han estado torturando a los pobres bichos con contenedores de plástico colocados sobre el lomo y conectados a su recto, a fin de capturar las emisiones y estudiar la manera de reducir el contenido en metano de las mismas.
Tras una batería de ensayos, han descubierto que, añadiendo taninos a la dieta de los rumiantes, la cantidad de este gas nocivo incluida en sus ventosidades se reduce un 25%.

Decidme ahora el primer alimento o bebida rica en taninos que os venga a la cabeza...

¡El vino! Yo supongo que no sería vino lo que les suministrarían a las vacas, pero al hilo de frases como "si la vida te da limones; haz limonada" o "be water, my friend", adapto el descubrimiento a mi parcela particular de ser humano con cierta querencia al borrachuceo. Es un argumento rotundo para que, en el momento que se detecte alguna mirada maledicente al levantar el vaso por enésima vez, poder decir con orgullo y la cabeza muy alta: "Mire usted; yo es que tengo conciencia ecológica y hago todo lo posible por reducir mis emisiones de metano a la atmósfera. Documéntese un poco, haga el favor".

Es perfecto.
Eso sí; tengo que ver un poquito cómo lo hago porque a mí lo que me gusta es el vodka.
¡Feliz fin de semana!

2 comentarios: